
Consumidores Al-Andalus Málaga inicia en
colaboración con el Excmo Ayuntamiento de Málaga la campaña “¿Lees la
etiqueta de lo que compras?. Se un consumidor responsable y contribuye a la
sostenibilidad”.
Muchas personas todavía no leen la etiqueta
de lo que compran, mirando únicamente el precio, a pesar de que el etiquetado
ofrece una información muy valiosa que permite orientarnos en la elección, al
darnos datos certeros para elegir aquellos más sostenibles, como el país de
origen, ingredientes, etc.
Por ello, en el mes de abril comenzamos esta
campaña, que estamos trabajando tanto con institutos de secundaria como
escuelas de adultos, con el objeto de concienciarlos sobre hasta que punto el
estudio del etiquetado repercute en las decisiones de consumo, y estas
decisiones en el medio ambiente.
Durante el desarrollo de las actividades
formativas, les hacemos ver como la lectura detallada de la etiqueta puede
favorecer el comercio local si nos decantamos por productos de la zona, y
contribuimos a reducir los gastos de transporte, y analizamos la información
obligatoria en el etiquetado de los alimentos tales como la denominación, la
lista de ingredientes, fecha de duración/caducidad, etc.
Para ello, tras ser mostrados en la presentación,
trabajamos con ellos varios envases para irlos enseñándoselos en la práctica.
También les mostramos la información voluntaria
del etiquetado, y la importancia de que no induzca a error, no sea ambigua ni
confusa, etc.
Además vemos como podemos contribuir a la
sostenibilidad partiendo de los conocimientos que adquirimos con la etiqueta,
reduciendo la ingesta de alimentos de origen animal, eligiendo productos
producidos de forma agroecológica, que garantizan un uso responsable del
suelo en su producción, consumiendo productos de temporada, etc.
Finalizamos mostrándoles algunos trucos
publicitarios a evitar a toda costa, tales como las falsas promesas de ahorro
en productos lácteos y otros alimentos el formato grande o familiar puede
llegar a ser más caro, o el porcentaje 100%, que es común observarlo en
productos en los que se aprecia en grande «100% carne de pavo», por ejemplo,
pero si miramos los ingredientes sólo el 85% es pavo y el resto son aditivos,
agua.